viernes, 24 de diciembre de 2010

Una noche terrible.

Yo, Laura Palmer, os voy a contar una historia que tuvo lugar hace 5 años.
Mis amigos y yo habíamos planeado ir a una casa en la montaña. Nadie era capaz de acercarse a esa casa porque decían que había un hombre que mataba a todos los que se acercaban a ella.pero a nosotros nos parecía una historia inventada. Así, que decidimos ir el 2 de julio a esa casa para demostrarle a todo el mundo que no pasaba nada y que todo eran imaginaciones suyas.
Íbamos 6: Marcos, Susana, Sergio, Gloria, Jack y yo.
Un día antes, estuvimos preparando todo lo que nos hacía falta: comida, agua, sacos de dormir etc. Al día siguiente nos despedimos de la gente de nuestro pueblo, pero antes de irnos, salió una vieja de su casa y me susurró al oído:
-Ten cuidado, la mujer se parece a ti. Matará a todas las personas a las que les tienes aprecio, para hacerte sufrir.-Hizo una pausa, metió la mano en su bolsillo para sacar algo y continuó hablando- La única forma de matarlo es acercarte a él y clavarle esta cruz en el corazón.
-¡Laura, vámonos ya!-Gritó Jack.
La vieja me dio la cruz, yo la metí en mi bolsillo y fui corriendo hacía mis amigos.
Empecé a darle vueltas a la cabeza y preguntándome a mi misma: ¿A qué viene eso?, ¿Por qué solamente me lo a dicho a mi?, ¿A quién tengo que matar?...
-¡Laura!, ¿Qué te pasa?, ¿qué es lo que te ha dicho esa vieja?- dijeron todos al unísono.
-Nada, tonterías.-contesté.
-¡Mirad, falta poco para llegar a la casa del tipo ese que mata a todo el que se acerca!, je je je- dijo Marcos.
-¡Oh, que miedo!, vamos a morir todos.-apostilló Sergio y empezaron todos a reírse.
-Parad ya, no os toméis todas las cosas a cachondeo ¿vale?-grité.
Jack se acercó y me acarició la cara, para tranquilizarme.
-No te preocupes, estoy aquí, a tu lado-musitó.
-¿No me dejarás nunca?-pregunté con una voz bastante triste.
-Nunca, te lo prometo- aseguró él.
Le di un abrazo y seguimos andando.
De repente nos encontramos con un cadáver, sin cabeza, y empezamos a gritar.
-Tenemos que volver. Todo lo que dicen de ese hombre es verdad y no es ninguna tontería- gritó Gloria.
-¡Qué estúpidos somos!- añadió Sergio.
-Quien quiera volver puede marcharse ya, pero yo he venido con la intención de descubrir lo que pasa aquí y no pienso volver hasta averiguarlo. Él que quiera venirse  conmigo se lo agradeceré y el que no, tampoco le voy a decir nada ni le voy a obligar- les dije.
-¡Iros vosotros, cobardes!, yo me quedaré con ella- vociferó Jack.
-¿Y quién te ha dicho a ti que os vamos a dejar solos?-inquirió Marcos- hemos venido juntos y volveremos juntos- sentenció Sergio.
-¿Estáis de acuerdo niñas?-preguntó Sergio mirando hacia Gloria y Susana.
Ellas asintieron con la cabeza, así que, seguimos andando hasta llegar a la casa.
La puerta estaba abierta y la casa estaba muy limpia. Había 6 platos es la mesa y en el plato más grande del todo, situado en medio de la mesa, estaba la cabeza  de aquel cadáver que habíamos dejado atrás. Susana y Gloria no dejaban de gritar. Jack, que fue el único que se atrevió, cogió el plato y lo tiró por la ventana de la habitación.
Después de recuperarnos un poco, subimos arriba a ver lo que había. Había 3 cuartos, al entrar en el tercero, encontramos un cama, un armario y una mesit de noche. Encima de la mesita de noche había una foto, pero antes de que me diera tiempo a verla la cogió Marcos, empezó a mirarla  y a mirarme ami.
-Esta mujer se parece bastante a ti. Laura- me dijo.
En la foto solo había una muchacha de unos 25 años más o menos con un hombre gordo y feo. Era una foto de su boda, pero la mujer no parecía contenta por estar viviendo aquel momento.
De repente me pareció ver a alguien pasar, pero al salir de la habitación no había nadie.
-¿Dónde esta Gloria?- les pregunté.
-No sé, estaba detrás de ti- contestó Susana.
-Vamos a buscarla, tenemos que estar todos juntos, no podemos separarnos- sentenció Sergio.
Empezamos a bscarla por todas parte pero no dábamos con ella.
-Hemos buscado en todas partes, ¿dónde se habrá metido?- dijo Marcos.
-En todas partes menos en el baño- dije.
Así que nos dirigimos al baño. Primero entró Sergio, encendió la luz y...
-¡Gloria!-gritó Sergio como un loco, la verdad es que daba miedo mirarle a la cara.
Gloria estaba en la bañera, con las manos atadas, las venas cortadas y los ojos abiertos de manera que parecía que podías ver en ellos el sufrimiento que había soportado. en el espejo ponía:<< moriréis todos y él siguiente eres tu Sergio>>. Al leer aquello me quedé blanca. Marcos echó agua en el espejo para borrar aquel mensaje(escrito en sangre) antes de que lo viera Sergio que estaba llorando como un bebé junto al cuerpo de Gloria. Jack lo levantó del suelo con la ayuda de Marcos y salimos del cuarto de baño.
fuimos a la primera habitación donde habíamos dejado nuestras cosas. Estuve buscando el móvil para llamar a la policía pero no lo encontraba por ningún lado.
-¿Qué te pasa Laura?- me preguntó Susana.
-No encuentro mi móvil- contesté.
Entonces todos empezaron a buscar su móviles para llamar a la policía pues él mio no lo encontrábamos, pero ninguno lo encontró.
-Ese tío nos ha quitado los móviles., para que no podamos pedir ayuda. ¡Se va a enterar!
Desahogó su furia golpeando los muebles y cogió un palo que encontró al lado del armario y salió de la habitación. Jack y Marcos intentaron pararlo pero no podían con él, así que desistieron. Nunca había visto a Sergio tan furioso y tan bestia como en  ese momento, se había cabreado de verdad.
-Sal y da la cara, ¡asqueroso!- chilló Sergio, mientras bajaba las escaleras.
Salimos corriendo tras él, yo intenté pararlo pero me empujó.
De repente de la cocina salió el mismo hombre de que el de la foto, solo que éste era más viejo, más feo, lleno de sangre y con un hacha en la mano. Nos quedamos todos parados en nuestro sitio y sin aliento.
Sergio que no aguantaba más, empezó a acercarse a él y insultarle.
-¡Sergio!, por favor, no te  acerques más, no ves que te va a matar. grité con toda mi fuerza.
Sergio se paró en seco y se dio la vuelta, me miro con odio, un odio muy grande, como si yo tuviera la culpa de algo.
-¿Cómo te va a importar mi vida, si tu eres la culpable de todo esto?- vociferó.
Pero antes de poder decirle nada, el hombre levantó su hacha y le cortó la cabeza a Sergio de una vez y con un golpe certero. Susana empezó a llorar y abrazó a Marcos. El hombre al verlos abrazados, le entró un gran odio que se podía ver en sus ojos. En ese momento lanzó su hache que con perfecto lanzamiento y otro golpe certero cortó las cabezas de Marcos y Susana, a la vez. Luego aquel hombre me agarró con fuerza del brazo, Jack al verlo cogió un cuchillo grande de la cocina y se lo clavó en mitad de la espalda, este me solto y como se de una pegatina se tratase se quitó el cuchillo de su espalda. Jack intentó quitarle el cuchillo pero el hombre que era mucho más fuerte, a pesar de viejo, le clavó el cuchillo en el vientre a Jack. Empecé a llorar y caí de rodillas junto al cuerpo de Jack. Jack con la poca vida que le quedaba me cogió la mano y me dijo:
- Lo siento, te prometí no dejarte nunca, pero no he podido cumplir mi palabras- dijo con la poca voz que le quedaba, tras lo cual escupió sangre.
-¡Shhh!, no digas eso, tu si has cumplido tu palabra, soy yo la cumplable de todo esto....
El hombre me agarró del brazo y me levantó bruscamente. Jack musitó algo que no pude oir pues estaba ya bastante lejos de él y lo había dicho a la vez que escupía sangre.
-¿Por qué haces todo esto?- le pregunté con un hilo de voz, ya que no podía gritat porque dolía mucho la garganta.
-Porque que quiero ver sufrir hasta el final de tu inútil vida.
-Pero...¿qué te he hecho yo?
-Tú, nada, pero mi mujer sí.
-¿Qué es lo que te ha hecho y qué relación tiene que ver eso conmigo?- le pregunté.
-Yo la quería mucho, más que a mi vida, pero cuando le pregunte que si quería casarse conmigo ella me dijo que no pensaba casarse ni tener relaciones con nadie. Una semana después la vi con un tío dándose besos y agarrados de la mano. Así que, la secuestre y la obligué a casarse conmigo. Le que no hiciera ninguna tontería si no quería lamentar la muerte de su amante.   Por eso vinimos a vivir aquí, para que estuviera lejos de aquel asqueroso, pero un día fui a cazar y como me dolía mucho la cabeza decidí volver a casa. Cuando llegué abrí la puerta y subí arriba a dejar la escopeta, pero al entrar en mi habitación la encontré con aquel cabrón en la cama. No dudé en coger mi pistola y le disparé a los dos. Luego yo...
-¡Para ya, no sigas hablando asesino!- grité, como pude.
Él no me hizo caso y siguió hablando.
-....desde aquel día decidí matar a todas aquellas mujeres que se parezcan a ella.¡Odio a las mujeres!- gritó, luego continuó hablando- no llores más por tus amigos ya mismo morirás y podrás reunirte con ellos.
Él empezó a acercarse a mi y me agarró del cuello. Yo me acordé de mis amigos, de Jack y de la cruz que me había dado aquella anciana antes de venir aquí, a este infierno. Metí la mano en mi bolsillo disimuladamente y le apuñalé con la cruz, con todas mis fuerzas en el corazón. Este me soltó y cayó la suelo, inerte, sin vida.
Firmado: Ikram

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